STOLPERSTEINE

Historia de los stolpersteine, “piedras de la memoria” que, desde Berlín, se extienden a España y llegan al Fray Luis.

El proyecto Stolpersteine, del artista alemán Gunter Demnig, es una iniciativa que se traduce ya en más de 75.000 “piedras de la memoria” en 20 países. Se colocan en el suelo en memoria de las víctimas del nacionalsocialismo (judíos, homosexuales, presos políticos o miembros de las Brigadas Internacionales) entre los años 1933 y 1945. Se trata de pequeños bloques de cemento grabados con los datos de la víctima, es decir, su nombre, fecha de nacimiento, datos de la deportación y fecha de fallecimiento o liberación. En su parte de arriba, la que se puede ver y leer y que aflora al exterior, llevan incrustada una placa de latón, de 10×10 centímetros, en la que se pueden leer grabados los datos más destacados de la persona que se conmemora. Se ubican en la calle, en torno a los edificios donde vivían o trabajaban las víctimas de los nazis.

“Piedra de tropiezo”

Stolperstein significa en alemán “piedra de tropiezo” y designa a una piedra en el camino que puede hacer tropezar al caminante. El objetivo inicial de este pequeño monumento exhortatorio es recordar a los deportados y asesinados por los nacionalsocialistas. Se ubican en las aceras, integrándose en estas, quedando su superficie superior casi al ras del suelo. Como se sobrepasa levemente por el grueso de la placa metálica, puede ocasionar un tropiezo al caminante. De ahí el significado de su nombre, ya que se persigue que la persona, al percibir el resalte en el camino, se detenga y se incline –como gesto  de respeto al personaje recordado- para leer el texto grabado en la placa.

El próximo día 21 de marzo se colocarán dos de esas placas a la puerta de nuestro centro, en honor de dos represaliados, el periodista y escritor Mariano San Ildefonso y el cartógrafo de la Marina Joaquín García Bellido, que estudiaron en el Fray Luis de León.

El Equipo de la Biblioteca también quiere unirse a ese homenaje dedicándole uno de nuestros rincones, Poemas que SALvan, a Mariano San Ildefonso.

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